viernes, 14 de agosto de 2015

Elecciones

JUEGO SUCIO MANIPULACIÓN DE VOTOS



A medida que la campaña electoral entra en su apogeo, en Barbosa ya se sienten las estrategias de "publicidad sucia" contra los opositores políticos. El llamado es para los entes de control, autoridades y veedurías para intensificar la atención ante estas aberrantes prácticas. 


La contienda por las elecciones a gobernaciones, asambleas, alcaldías y concejos sigue en su recta. Comienzan a vislumbrar los posibles futuros elegidos con sus estrategias y programas tanto para el departamento como para los municipios. 

Y es que en esta etapa fundamental del debate electoral se ha vuelto cada vez más frecuente la utilización de prácticas aberrantes, por parte de partidarios políticos de algunas colectividades con el fin que sus respectivos candidatos triunfen en las elecciones. 

A viva voz resulta incomprensible que en una democracia que, a la serie de denuncias electorales en algunas zonas del país, se le sume la práctica de artimañas dedicadas, no a impulsar los programas de los líderes y movimientos, sino a estigmatizar y deteriorar la imagen pública de los contendores. 

Mientras algunos candidatos trabajan en equipo y organizadamente, otros salen a desporticar y a juzgar negativamente, es la historia en un país golpeado por la violencia y por la manipulación de votos. Eso se ha visto en las contiendas electorales recientes de nuestro país. Lo malo es cuando se utiliza para hacer ver a los malos como buenos. Y digo malos en el sentido de aquellos que gobiernan para destruir y polarizar la sociedad haciéndoles creer de todas las formas, que la política es una cuestión de odios y rencores.

¿Por qué en un país democrático como Colombia a nadie le preocupa que las votaciones sean limpias? Porque detrás de toda esa maquinaría corrupta hay intereses oscuros que no permiten que en las ciudades se vean las transformaciones necesarias y más en un contexto de posconflicto. 

Si somos claros, la ralidad nos dice que siempre al bueno lo estigmatizan y lo recrimian para no dejarlo subir. Es la historia de Colombia, en donde los gobernanes de turno buscan a todo poder no dejarse quitar la teta, sin importarle la condición de vida de los ciudadanos, por el contrario, saciar la necesidad de megalomanía particular. 

Es un llamado a las autoridades y organizaciones que vigilan la transparencia en los procesos electorales, para que tomen un rol importante en la erradicación de raíz de estas prácticas aberrantes, sujetas a sanción penal; deben redoblar sus esfuerzos para que ese vandalismo publicitario no se convierta en el protagonista de las elecciones. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario