Cada
vez es más latente la amargura, por situaciones que giran en torno a la
población infantil En Colombia. Día a día, a causa de la irresponsabilidad y la
complejidad social, son más los niños y adolecentes, que se suman a las largas
listas de afectados que viven inclemencias, entre esas el maltrato, abandono y abuso.
Es decir, vulneración a los Derechos Humanos.
Esto
se confirma, con el abandono de 4 niños y el fallecimiento de uno de ellos,
durante el pasado fin de semana en la localidad de Kennedy, en Bogotá. Un
Acontecimiento fatídico, que a juicio personal demuestra la falta de apoyo, por
parte de la comunidad. Igualmente, la participación
de menores en delitos como la Extorción, lo cual ha incrementado en un 30 por
ciento en lo que va corrido del año.
En
este orden de ideas, cabe cuestionar ¿Cuál es el papel del Distrito en estos
casos? ¿Si existen medidas institucionales de protección, a través de la
comisaria de familia, por qué suceden estos acontecimientos? ¿La Policía de
Infancia y Adolescencia, en el marco de la atención y protección de los
derechos de los niños, niñas y adolecentes, qué medidas toman al respecto? ¿Cuáles
son las estrategias de prevención que utiliza la Defensoría de Familia para prevenir
estos hechos y para el respectivo restablecimiento de Derechos?
Para
nadie es duda que la complejidad social que se entrelaza en estos
acontecimientos, sumados a las condiciones de pobreza y exclusión, ya sea
educativa, laboral -por mencionar algunas-, permea la vida de las personas. Por
tal motivo, esta es una exhortación a la sociedad, para que activemos
escenarios o espacio, en torno a la movilización de conciencia y compromiso con
la vida y la alteridad.
Hoy
por hoy, es obsoleto el término de yo.
Como dice el pensador francés Patrick Charaudeau, coexiste el yo y el tú. “No
se puede el yo si el tú, y es imposible el tú sin el yo”. Por tal medida,
exhorto al País Nacional, a tomar disposiciones al respecto ¿Es imposible como ciudadanos construir
pactos o consensos para crear condiciones de cuidado, afecto y amor por
nuestros niños y niñas? Considero que no. Es la voluntad de poder colectiva la que
tiene que surgir, nacer, Brotar. Es el espíritu de alteridad –necesidad del
otro- la que debe motivar aquellas iniciativas de bien, que si que le hacen
falta a la sociedad.
Sin
lugar a dudas, estas peripecias sociales, exigen el tejer y construir colectivamente,
redes de apoyo en las que se sumen esfuerzos gregarios e institucionales para
garantizar la protección y respeto por la vida. Por eso se hace necesario
denunciar las situaciones de maltrato, abandono o abuso que vulnere la
integridad y los derechos de los niños, niñas y adolecentes.
Por
tal razón ¿Cuál es la función de los “Centros Forjar”, en el Distrito? Cabe
recordar, que el Distrito cuenta con siete Centros Integrales de Protección
Especial. Centros que tienen como función principal, garantizar y restablecer
Derechos con Atención Integral a niños y niñas entre los 6 y 17 años, en
situación de vulnerabilidad de derechos por abuso sexual, maltrato infantil,
situaciones de encierro convencional, permanencia en calle y víctimas del
conflicto.
Sin
embargo, a pesar de contar con estos escenarios, siguen sucediendo casos en los
cuales uno creería se puede hacer algo, ya sea en la prevención o la aplicación
de estrategias para reducir los impactos de dichas vulneraciones.
Por
otro lado, es importante aclarar que en Bogotá existen treinta y tres
Comisarías de Familia, las cuales tienen como objetivo atender y proteger a la
población frente a las violencias al interior de las familias, especialmente
aquellas que afectan a los niños, niñas y adolecentes sujetos de protección o
que se relacionan constantemente a través de la violencia.
La denuncia: a través de
cualquier medio o por cualquier persona con ocasión de una situación de
vulneración, dichos organismos actúan ante la denuncia que a ellas se les
presente.
Lo preventivo: Existen
muchas estrategias, métodos, mecanismos de resolución de conflictos que podrían
afectar positivamente estas problemáticas. Lo malo es que no hay inversión en
tal materia y siguen cometiéndose esos hechos paupérrimos.
La
función de estos organismos institucionales es muy “misericordiosa”. Empero, Insisito y me
sigo preguntando ¿Por qué acudir siempre a la denuncia, cuando se puede hacer
algo preventivo?
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