lunes, 3 de septiembre de 2012

CONFLICTO: Comunidades Indígenas

Líderes de las comunidades Embera Chamí y Embera katí y Secretaría del Gobierno del Distrito, se reunieron el pasado viernes, con el fin de establecer estrategias para acabar con la mendicidad de esta población en la Capital.

El tema de los Indígenas en la Capital colombiana, es una problemática que día a día recrudece. A causa del desplazamiento forzoso, derivado del conflicto interno que padece el país hace 5 décadas, cada vez es más frecuente observarlos  en las calles de la ciudad ya se pidiendo limosna, vendiendo artesanías o simplemente deambulando, intentando sobrevivir en esta inmensa selva de cemento. 

Por tal razón, Autoridades Distritales y Nacionales se reunieron el pasado viernes  en la Secretaría de Gobierno con representantes de las comunidades Indígenas Embera Chami y Embera Katí, con el fin de dialogar, proponer y establecer  estrategias que incidan en acabar con la mendicidad de estas comunidades en la capital colombiana.

La Dirección de Asuntos Étnicos de la Secretaría Distrital de Gobierno está en cabeza de esta iniciativa. Sin embargo, este esfuerzo no se concretará si “estas” comunidades, y el Gobierno Nacional, no se ponen de acuerdo, pues son muchos los afectados de estas y otras comunidades indígenas a lo largo y ancho de la geografía nacional. 

A título personal, considero que  buscar y encontrar alternativas que erradiquen este flagelo de manera estructurada, especialmente en niños y jóvenes miembros de estas comunidades, está en manos del Gobierno, Administraciones Departamentales y Regionales, sectores económicos, multinacionales y grupos al margen de la ley. Estos últimos, culpables en la mayoría de los casos de desplazamiento forzoso.

“Erradicar la mendicidad y el trabajo infantil de los Embera es un compromiso de corresponsabilidad entre la Administración Distrital y las familias indígenas, que debe propender por el respeto, especialmente, de los infantes”. Afirmó Rudencindo Castro, Director de Asuntos Étnico. 

Sin embargo, durante el encuentro, funcionarios del Instituto Colombiano De Bienestar familiar (ICBF), comentaron que los Indígenas adultos les corresponden respetar unos mínimos jurídicos, que primen por  la protección a la vida digna y los derechos de los menores.

Se recordó además, que la mendicidad y el trabajo infantil son acciones tipificadas como delitos y que su consentimiento acarrea sanciones radicales, para padres y tutores. De allí que este tipo de encuentros donde se plantean alternativas para la eliminación de esta práctica resulten valiosos en la búsqueda de soluciones encaminadas a su prevención, teniendo en cuenta que a estos grupos étnicos debe dársele un tratamiento especial, diferenciado del que puedan recibir familias urbanas.



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