martes, 9 de julio de 2013

Cine

Apostándole al Largometraje

Para los directores, el cortometraje es el escenario idóneo en donde comienza un camino de experimentación, lenguaje, estética y formas de narrar cinematográficamente. Sin embargo, la aspiración en general, es apostarle al largometraje.

Para tener un contexto de cómo funciona el tema del cortometraje, lo primero que hay que entender es que el corto es de alguna forma el lugar en donde comienzan muchas de las pruebas de los directores que posteriormente realizan largometrajes. Al ser un espacio de pruebas, se convierte en un lugar caracterizado por tener muchas dimensiones para experimentar. Es decir, no se le puede llamar industria del cortometraje sino más bien, las bases de la industria cinematográfica en general.

Llamarlo industria del cortometraje es complicado. ¿La razón? Es un producto que presenta muchas dificultades para ser vendido. El corto, por así decirlo, es mas el escenario en donde se juega en términos de ubicación de talentos. “Es un espacio en donde los directores empiezan a probar su lenguaje, su estética y sus formas de narrar cinematográficamente para posteriormente, llegar a la industria audiovisual en general. Sin embargo, hay muchos directores de cortos que no se dedican al cine sino que llegan a la televisión o van a otras dimensiones de la industria audiovisual” sostiene Jaime Manrique, director de Bogoshorts.

Existe una organización colombiana dedicada al desarrollo y análisis de proyectos y productos audiovisuales que se llama Laboratorios Black Velvet y que puntualmente trabaja en dos áreas. Un área de eventos, en el que está el Festival de Cortos de Bogotá, –Bogoshorts Film Festival, nuevo nombre del proceso de 10 años de In Vitro Visual- especialmente una plataforma de promoción, exhibición y divulgación alternativa del proceso del cortometraje, no solo de colombianos sino del cortometraje del mundo en Colombia.

Adicionalmente, tienen otra dimensión donde trabajan en la promoción cinematográfica. En ese caso específico, la compañía comenzó con el cortometraje, experimentando como deberían ser los lanzamientos de películas de largometrajes. Por lo cual, el corto se volvió –lo que es para todos los realizadores- el “conejillo de indias” desde el cual se prueba exactamente como podrían funcionar las cosas en términos de promoción y también en términos de difusión.

Es decir, para los directores el cortometraje es el lugar donde prueban como puede ser su forma de narrar historias. Para el Laboratorio Black Velvet, es el apoyo para entender la cadena de la industria cinematográfica. Y para Bogoshorts Film Festival, es el puente de escuela, en el cual primero que todo se dan a conocer, pero también en donde se visualiza la oportunidad de generar otras propuestas, que sientan las bases del cine colombiano, teniendo en cuenta que la aspiración en general para los realizadores es apuntarle al largometraje.

Bogoshorts Film Festival
Después de 10 años de proceso en el que In Vitro Visual dio a conocer, exhibió y le abrió la ventana a muchos proyectos audiovisuales, impulsando  la carrera de jóvenes realizadores mundialmente, la organización se transformó en lo que hoy se conoce como Bogoshorts, el Festival de Cortos de Bogotá.

Para su onceava versión contará con el Bogoshorts Sessions. Un escenario en donde actividades individuales de exhibición y estrenos de cortometrajes, pero también, otros espacios, mucho más académicos, tendrán cita. Todo con el objetivo de apoyar y reflexionar en torno a este formato.

Otra de los espacios, aparte de las sesiones, será Bogoshorts Magazine. Una revista digital trimestral, con artículos de críticos, otros históricos, que incluirá un boletín mensual con noticias e información pertinente. La condición sigue siendo la misma: impulsar nuevos talentos. Sin duda, de este nuevo escenario seguirán brotando nuevas cosas.

Es decir, por este espacio han pasado varias propuestas que empezaron como cortos y terminaron en largometrajes. Entre ellas están, “Satanás”, “La Cara Oculta” y “Roa” de Andi Baiz. Del mismo modo, producciones como “La Sombra del Caminante”, y “Los Viajes del Viento” de Ciro Guerra.

Con el cortometraje realmente lo que se hace es apuestas a largo plazo. “En la medida en que el realizador se vincula con Bogoshorts, apostamos por su cortometraje, lo movemos, lo tratamos de promocionar y dar a conocer en festivales y los tratamos de enseñar en ventanas internacionales. Son realmente muy bajas la posibilidades de venta pero al mismo tiempo estamos intentado acompañar a ese director en su carrera cinematográfica” afirma Manrique.

Cabe resaltar, que cuando los proyectos audiovisuales, llegan al largometraje, es el momento en donde realmente se puede hablar de presupuestos de otras dimensiones. Por tal motivo, lo que ha venido haciendo el festival es un poco como, al mismo tiempo que riegan las semillas, al mismo tiempo cosechan los frutos. Partiendo de la idea, que idea del cortometraje en Colombia es poco apoyada.  

Lo cierto es que el Festival de Cortos de Bogotá, se llevará a cabo del 5 al 11 de diciembre de 2013. La Convocatoria Nacional e Internacional está abierta a los participantes desde el 1 de mayo y los requisitos podrán ser consultados en www.bogoshorts.com.

“Los Retratos”
De otros procesos apoyados por Bogoshorts, han brotado propuestas interesantes como el cortometraje: “Los retratos”. Una idea original y realizada por Iván D. Gaona, que cuenta la historia de una mujer campesina que se gana una cámara fotográfica. Sin tener dinero para comprar alimento a su esposo, le propone tomarse fotografías, emocionándose con el tema, y olvidando qué hacer para obtener el alimento.

Según su realizador, “es una historia muy sencilla, pero la gracia está en ver una pareja pobre de abuelos con un aparato que es ajeno a ellos. Es decir, una cámara en el campo tomando fotos. Es una historia muy sencilla, de una Colombia en donde no se habla de problemas. Es decir el tema central no son los problemas sino los problemas es el contexto”.

Esta producción ha participado en 42 festivales de cine y los premios más destacados que ha ganado son: el Oscar Colombiano o los premio Macondo. Premio al mejor corto del año, conseguido en el Festival Lakino en Berlín. También ganó en Toulouse, Francia, en el Festival de Cine Latino. En Bruselas ganó también otra mención. Y en un festival anual de cine en Houston, Texas, ganó el Premio de Plata al Mejor Cortometraje Iberoamericano.

El último premio que ganó fue el Danzante, al mejor cortometraje de la competencia Iberoamérica del Festival de Cine Huesca en España. Lo interesante de este festival es que el cortometraje fue seleccionado para los nominados a los Óscars 2014. “No quedó nominado sino que entra en el ramillete en donde seleccionan a los nominados. Es decir que la propuesta audiovisual de “Retratos”, posiblemente pueda estar en lo nominados 2014 al Oscar, premio que entrega la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.

¿El Desafío Esencialmente es?
Para realizar un largometraje es como hacer una casa en planos. La gente pone la plata y cuando se venda la casa, pues se divide la ganancia. Pero, en los cortos no hay quién compre esa casa, y si la compran es por cifras muy diminutas, por eso no es un negocio realmente. Para conseguir el dinero, los realizadores, tienen acudir a estímulos públicos. Es decir, del gobierno o de fondos privados que patrocinen la producción con el ánimo neto de hacer películas.

El problema central en la realización de cortometrajes es que éste es un producto que no tiene mucho mercadeo. De hecho, en Colombia el mercado es  cero. Y los rubros del Ministerio de Cultura tienen claro un estimulo muy bajo. Es decir, el cortometraje exige casi el mismo trabajo de un largometraje. Es el mismo compromiso, el mismo equipo y el mismo desgaste. En resumidas cuentas es lo mismo, pero la diferencia es que no se va a ganar plata.  

Hay muchos lugares en Europa, en donde la gente se concentra en hacer cortometrajes. Si se pone en comparación, hacer cortos es como contar cuentos y los largometrajes son como narrar novelas. Hay escritores que se dedican solamente al cuento. No es siempre una finalidad sino que también es una razón de ser. Una razón de ser, que es muy apoyada pues el arte y la cultura son vistos desde otra mirada.

Para nadie es duda que en Colombia, el cortometraje es un formato poco apoyado. De allí, que rubro destinado sea exiguo. El desafío esencialmente es que existan más apoyo institucional y privado, pero también que hayan más ventanas de exhibición. En esto último, “yo creo que eso tiene que ver mucho con el desarrollo tecnológico. En la medida en que existan posibilidades como el desarrollo de las plataformas móviles y la distribución en celulares del producto, poder llegar a ese tipo de ventanas es lo que resulta más interesante para el cortometraje. El desafío esencialmente es encontrar más apoyo económico, pero también mejores y más ventanas de distribución” afirma Manrique.







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