jueves, 1 de agosto de 2013

Opinión

MARX Y WEBER:
 Interpretación Concepto de Estado

La historia de las sociedades, es siempre
Historia de las luchas de clases.
Marx y Engels.

Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos
Modos al mundo, de lo que ahora se trata es de transformarlo
Feuerbach



Carlos Marx nace en Treveris, Alemania (Renania-Palatinado), en 1818. Proveniente de la izquierda Hegeliana, planteó la unión de la teoría y la práctica para transformar al mundo. Expuso que la naturaleza de los individuos depende de las condiciones materiales, las instituciones políticas, religiosas y legales, así como de las ideologías por medio de las cuales los hombres comprenden el mundo en que viven, su lugar histórico y su propio ser, pues todos ellos están condicionados por la base económica de la sociedad. Por tanto, el hombre sólo puede realizarse en una sociedad racional y verdaderamente libre. (Mayoría de Edad)

Hoy el tema que nos convoca daría para mil hojas. Pero lo destacable en este autor y pensador, fue que tuvo una suerte que rara vez suelen tener los filósofos. Es decir, no solamente fue leído por unos cuántos, no solamente tuvo unos discípulos, no solamente tuvo una influencia en muchos académicos, sino que fue el promotor y el iniciador de un gigante movimiento de masas, que trastocó la historia de grandes países europeos y que hoy día verdaderamente sigue siendo muy influyente en nuestro mundo.

Carlos Marx fue un judio, casi jodido, que se dedicó a estudiar económicamente la sociedad de su época. Una época donde vivió gran parte de su vida ganándose el sustento como periodista -un verdadero periodista investigativo- y en donde su fuerza, ironía y sentido despiadado de realismo se concentraba cuando hacía crónicas del mundo, más allá de sus tantas doctrinas y constructos teóricos.

El pensamiento de Marx, se podría resumir en una proposición, en una frase sobre la cual él estudió bastante y es una frase extraída de una de las tesis de  Feuerbach, ésta dice: Los filósofos hasta hoy han tratado de comprender el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Quizá ese, es en resumen el impulso filosófico de Marx. No sólo quiso contemplar el mundo, quiso transformarlo, pero igualmente sabía que no se puede transformar la realidad sin haberla comprendido primero. Algo en lo que profundizaría posteriormente, en su tesis sobre la Mayoría de Edad. 

La ideas sobre las cuales ilustrado desarrolló un pensamiento complejo y de impacto histórico sin límites. nacieron gracias a su interes de estudiar muchas carreras dedicándose con ahínco: al periodismo. Habiendo dejado de lado la vida de docente y académico, publica algunos artículos en diversos medios de comunicación de la izquierda hegeliana y pronto llega a dirigir un periódico. Conoció para esa época a quien sería su más fiel amigo y sincero colaborador Federich Engels. 

Para ese tiempo, publicó varios ensayos entre los que están La Cuestión Judía y finalizó su Crítica de la Filosofía del Estado de Hegel. Para Marx el Estado no era como parecía ser para Hegel, pues para este último, era la realización racional de la libertad. Contrariamente a lo que creía Carlos, era la institucionalización de la explotación de toda una clase, la de los trabajadores asalariados o más conocidos como la clase proletaria. Una clase que quedaba marginada-segregada de la plena humanización.

La contradicción entre capitalistas y proletarios exigía su superación dialéctica. Eso creía Marx, pero la filosofía de Hegel no contemplaba esto. Marx creía que eso posibilitaba la legitimación del Status Quo. No obstante, no se trataba de rechazar a Hegel, sino de parar bien sus pies en la materialidad de contexto real y para eso Marx utilizando el principal fundamento hegeliano: la dialéctica, plantea que ya no se podía hablar de dialéctica idealista sino de una dialéctica materialista.

Es decir, los materialismos de la antigüedad, eran materialismos científicos. Todo está hecho de átomos, la realidad no tiene espíritu sino que todo es cuerpo y cosas por el estilo. No profundizaban en el campo de lo histórico. El materialismo de Marx, parte efectivamente de estos materialistas clásicos, pero introduce la dimensión histórica. Lo importante no es que todo el mundo es material, que todo el mundo esté hecho de átomos y de cuerpo. Lo interesante es que los pueblos, las sociedades, el mundo en sí están basados en condiciones materiales.

Normalmente ponemos los ideales, las grandes palabras, las virtudes, la justicia, los más elevados sentimientos por encima de la realidad y no nos damos cuenta que las condiciones materiales determinan realmente a las sociedades.

Esto quiere decir que los seres humanos vivimos de acuerdo con nuestras posibilidades técnicas, tecnológicas, de acuerdo con las desigualdades económicas. La jerarquía que da el hecho de unos posean y otros tengan que trabajar para los que poseen y su subsistencia. Esas condiciones materiales, esas condiciones que surgen de lo que comemos, lo que producimos, todas esas condiciones materiales son las que determinan lo demás. Nuestras ideologías, las explicaciones racionales que damos del mundo, la comprensión de la realidad, son posteriores a las condiciones materiales. Nosotros creemos que lo importante son las ideologías espirituales que explican el mundo, pero en realidad es esa base o infraestructura material la que explica, la que da cuenta y se expresa a través de las ideologías y políticas,  y que decir de las religiones. 

En otras palabras, es un giro histórico y material a las cosas y plantea que si queremos comprender el mundo, tenemos que comprender la materialidad de las relaciones tecnológicas, ideológicas, y de acceso a materias en la que viven las sociedades.

En pocas palabras, las realidades de las sociedades no están basadas en su ideología, en el discurso a veces autocomplaciente que tienen sobre sí mismas, sino en sus relaciones económicas, sociales, racionales, culturales entre otras.

Por otro lado, Marx encontró cierta afinidad en sus tesis, con las doctrinas de los comunistas de la época, tanto así que se contacto con la Liga de los Justos –liga secreta comunista- que criticaban fuertemente al sistema capitalista y proponían la propiedad común de los medios de producción. En este orden de ideas, Marx, denuncia la naturaleza alienada del trabajo bajo el sistema capitalista frente a la idea de una sociedad posible en la que los hombres pudieran desarrollarse libremente en un marco de producción cooperativa,        -idea de Estado Marxista- teniendo en cuenta en ese entonces, la puesta en marcha y evolución de todo un sistema arrollador y cosificador, en las entrañas del gobierno prusiano.

Para Marx no cabía duda que “la naturaleza de los hombres depende de condiciones materiales, las instituciones e ideologías mediante las cuales los hombres regulan sus relaciones, se comprenden así mismos y entienden el mundo en el que viven, están condicionadas por la base económica de la sociedad”[1]. Dice Marx “los Hombres solo podrán realizarse en una sociedad libre y racional”[2]. Es decir, en la sociedad capitalista, grandes sectores de la población son relegados a condiciones inferiores de vida en el nombre del trabajo, algo que en términos hegelianos significa, que la sociedad capitalista de esa época carecía de realidad racional.

Ahora bien, trayendo a mezcolanza una frase e intentar concretar en lo mínimo posible toda una acepción sin límites, se podrá decir románticamente, en palabras de Marx, que “El Estado es sagrado..., pero la asociación... no lo es”. Y en ello reside “la gran diferencia entre el Estado y la asociación”, (…) “Toda la diferencia se reduce, pues, la “asociación” es el Estado moderno real y efectivo, mientras que el “Estado” es la ilusión stirneriana del Estado prusiano, que Sancho confunde con el Estado en general.[3]


Max Weber: una Interpretación Práctica del Concepto de Estado

Max Weber era un filósofo, sociólogo, economista, ensayista alemán que nace en 1864 y muere en 1920. A lo largo de su vida este personaje supo transformar y  crear junto con otros sociólogos de su época una ciencia dotada de prestigio. Es fundador de la Asociación Sociológica Alemana, la cuál buscaba un fundamento metodológico en las ciencias sociales y se enfocó sobre todo, en definir conceptos fundamentales de la Sociología. De ahí radica el prestigio de la misma como base científica de la sociedad.

Entre sus teorías más destacadas se encuentra la Teoría de la Acción Social, la cual considera que la única realidad social, es la acción social. Es decir, que la acción social de los individuos va estar marcada por ciertas regularidades y estas regularidades, que se encuentran dentro de la realidad social, son las que son objeto de estudio de la sociología.

Entonces toda acción social, es la única realidad social, y posee ciertas regularidades. Pero tales regularidades, exigen según Weber en la formulación de leyes científicas que sean analizadas en términos de explicación causal. Es decir, tratar de buscar su dilucidación. Y aunque la sociología no puede hacerlo como lo hacen las ciencias naturales, si es capaz de analizar la conducta humana partiendo de generalizaciones, apoyadas en estadísticas y también en encuestas. (Referencia de valores. Hechos: objeto de estudio) A su vez, formulando leyes que le den sustento, sujetas a la crítica constructiva u objetiva.

Es decir, la acción humana es social, cuando tiene un sentido subjetivo, referido a la conducta de otros. ¿Pero como referenciar o determinar el carácter social de la acción?  Para eso Weber propone que las personas deben tener en cuenta el comportamiento y existencia de los demás, como también la existencia de ellos mismos. Igualmente, plantea el concepto de significación –sentido simbólico- que es la acción del sujeto y ésta tiene un valor de signo o símbolo para los demás y viceversa. Es decir, inscribir estas conductas en un sistema de comunicación-sociológica. Finalmente, El carácter social de la acción, se basa en la conducta de las personas implicadas en una acción social que está influida por la percepción que cada una de ellas tiene de la significación de la acción de los demás y de la suya propia.

Y traigo a colación las anteriores líneas, porque es difícil hablar del concepto de Estado weberiano sino se tiene en cuenta el concepto de Sociedad. Este último, entendido como un entramado de relaciones sociales, -algo que Marx analiza previamente, pues cree que la riqueza no es producida por el capital sino por el trabajo humano, la ganancia capitalista no es otra cosa que la deshumanización, pero en esas regularidades existen algo importante y son las relaciones sociales, de lo cuál deriva todo- derivado de acciones sociales. Aquí estamos en un nivel mayor: las relaciones sociales, que implican a su vez, acciones sociales. Y el entramado es básicamente una red. Una red porque Weber se centra el concepto de individuo para desarrollar su pensamiento. En otras palabras las acciones, asociaciones y relaciones entre los individuos constituyen una red a partir de la cual se entiende la sociedad.  

¿Empero cómo concibe Weber la sociedad? Para esto es necesario partir del plano más simple: La acción social. Cuando una acción social es recíproca hablamos de una relación social, un nivel mayor de acción social que involucra un sentido de "ida y vuelta" o recíproco entre los individuos. Igualmente, esta relación social, también puede orientarse a la representación de la existencia de un orden que para esto se llega al siguiente nivel: La Asociación. Esta implica un orden. Hablamos de una relación social que además regula un orden legítimo. Y legítimo en el sentido, que es legitimado por los otros. Esta asociación puede ser también un tipo de asociación política, que involucra todo lo anterior.

Pero todo este entramado de relaciones sociales, tiene las características del algo clave, que es la amenaza del uso de la fuerza. Y sobre todo la fuerza física, es decir, una acción o represión que puede ser usada por esta asociación política para mantener y regular un orden. Es decir, en caso de que haya alguna irregularidad, esta asociación puede –en el marco de la legitimidad- usar y disponer de una fuerza legitimada, que a su vez es funcional y da vida a lo que Max Weber entiende como Estado.

Este último nivel de complejidad, por así llamarlo, en las tesis weberiana pasa por varios estadios: de acción social, a relaciones sociales, de ésta última a las asociaciones, que configuran un orden legítimo dando vida a los que es la asociación política, que a su vez crea el Estado.

Entonces el Estado, es una asociación que tiene el uso de la fuerza física, pero sobre todo el uso del monopolio, que sería el último paso en el que la acción social quedaría representada en su pureza máxima, en su esencia. El monopolio de la fuerza física, de la coacción. Es decir, y no vayamos tan lejos, el Estado colombiano y como todo Estado en particular, tienen un monopolio –fuerza física-  o ejercito que son individuos que están dentro del entramado del Estado, que cumplen la función de mantener el orden, a través del uso de la fuerza o represión, que garantizan el orden social. Esta última como una función principal del estado según Weber. De esta manera ésta asociación política puede mantener un orden o Status Quo con éxito y de manera continuada, es decir a través de las décadas se perpetúa o legitima. Que tristeza.

A resumidas cuentas, un estado -sin mayusculitis-, como garante del orden social, basado en la fuerza física como su monopolio particular.  





[1] MARX, Karl y ENGELS, Federich. La Ideología Alemana. Montevideo: Pueblos Unidos, 1959. Trad. al castellano de W. Roces.
[2] Ibíd. 
[3] Extraido de la World Wide Web: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1846/ideoalemana/cap2-parte3b.htm#estado

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