viernes, 4 de octubre de 2013

Cine

"Una vez les llega a las niñas su primera menstruación, son encerradas"

La Eterna Noche de las Doce Lunas es una historia cinematográfica que gira entorno a una práctica milenaria llevada acabo por la cultura Wayúu, en la Península de la Guajira. Allí, las niñas nativas tienen que afrontar el encierro y aislamiento para aprender a ser mujeres.

La cultura Wayuu es reconocida por su resistencia y fortaleza; fueron los únicos indígenas en Colombia que resistieron los embates de la conquista española. Los Wayúu son la suma de varias manifestaciones que giran entorno al sol, la luna y la lluvia. Un año para la comunidad indígena de la Guajira son 12 lunas y 365 soles; justamente el lapso de encierro y aislamiento por el que tienen que pasar las niñas de la comunidad, en aras de afrontar el reto de ser mujeres.

Indudablemente no hay una sola forma para aprender a ser mujer, existen múltiples maneras en las cuales, de acuerdo a su cultura e identidad, las mujeres luchan y resisten por su género. Basados en rituales que van desde la cortada del cabello, la ingesta de bebidas aborígenes a base de maíz, el no consumo de azúcar y sal, baños de luna y el aislamiento terrenal, la cultural indígena Wayúu ve en el acontecimiento de Las Doce Lunas, la purificación del alma y fortalecimiento del espíritu de la mujer.

Por otro lado, las niñas deben aprender a tejer. A parte de ser una práctica substancial para la cultura Wayuu, a través de esta destreza ancestral, las niñas expresan su creatividad, inteligencia y sabiduría de la vida. Empiezan realizando manillas, posteriormente mochilas, y finalizan tejiendo los chinchorros y las mantas. Hasta que las niñas no sepan tejer finamente como las arañas -dicho de las abuelas-, ellas no pueden salir del encierro. Lo fundamental es instruirse en esta práctica y las mujeres de esta comunidad ancestral afirman que es mejor aprender esta actividad en el encierro, ya que es algo que se tiene que hacer con concentración y sin que nadie interrumpa la enseñanza. ¡Un viaje a los adentros de ellas mismas!

Algo fundamental al interior de la comunidad es la existencia de un espacio de aprendizaje en donde se reconoce la importancia de la cultura, teniendo en cuenta que los Wayuu viven en una sociedad matriarcal. Allí el mundo onírico –sueños-, la relación con el entorno y la naturaleza, su idioma nativo - el Wayuunaiki- y otras manifestaciones culturales toman vida y se asimilan como parte esencial de un legado viviente que busca dejar en la memoria de las nuevas generaciones los conocimientos de la cultura nativa.

Priscila Padilla es la directora cinematográfica que le da luz a esta ancestral historia. En su investigación, que duro dos años, pudo evidenciar que “si en la ranchería hay una tradición del encierro, las niñas tienen que pasar por el encierro. Ellas nacen y crecen sabiendo que van a ser aisladas y para ellas no es nada del otro mundo, es lo más normal. Sin embargo, si en las rancherías no hay una tradición del encierro y las madres nativas le dicen a la niñas, las vamos a encerrar, pues las niñas no accederán. Las mamás mantienen la tradición y por eso son la cabeza principal de las rancherías”, puntualiza Priscila.

Lo interesante de esta historia radica en la entrada al encierro: lo marca la primera llegada del periodo menstrual. Una vez les llega a las niñas su primera menstruación, inmediatamente son encerradas. No obstante, en este camino reina la calma, la reflexión y la sabiduría; aspectos inherentes de una comunidad ancestral que piensa en el devenir de la mujer Wayuu. Con esta práctica, “ellas mismas pueden tener excelentes herramientas a la hora de defender sus derechos, conocer su cuerpo, estar con el marido, cuántos hijos tener, cómo planificar; todo un aprendizaje de ser mujer nativa”, comenta Priscila.

La Eterna Noche de las Doce Lunas, película que estuvo en varias salas del país, terminó su rodaje en marzo del presente año y ya ha ganado cuatro premios en menos de tres meses: premio como Mejor Película en el Festival de Cine de Toulouse, en Francia; premio a Mejor Película Colombiana en el Festival de Cine de Santander. Tuvo premio India Catalina en el Festival de Cine de Cartagena y premio Mención en el Festival de Cine en Berlín. Ha sido invitada a más de 20 festivales y se consolida como preseleccionada para los Premios Óscar.

En resumidas cuentas, la invitación es: apoyar el cine colombiano y ver esta fabulosa historia que ha dejado a más de un espectador con preguntas y dudas, acerca de la rica cosmovisión y cosmogonía de la cultura nativa Wayuu.

TRAILER:
http://www.youtube.com/watch?v=avM_Jj45HIs


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