Música/Folclor

“Nosotros Estamos Aquí”

En lo más recóndito de los Llanos Orientales, en compañía del amanecer y el atardecer, tocando el cuatro acostado en su chinchorro, sintiendo el calor de la sabana y esperando que los versos lleguen de la nada, Orlando “El Cholo” Valderrama se siente afortunado con lo mejor que le ha dado la vida: la música 

El amanecer es la esperanza de un nuevo día y el abrir los ojos a las 4 o 5 de la mañana y ver el sol salir en la sabana, es la ilusión de un día que llega; contrario al atardecer que es la nostalgia de un día que se muere. “Siempre me gustan más las alboradas que los atardeceres, porque las primeras son alegres y los segundos son melancólicos”, afirma Orlando “El Cholo” Valderrama.

“El Cholo” es un hombre de campo. Nació en tierras de Boyacá el 23 de agosto de 1951 y desde sus primeros años de vida mostró afinidad por la música y las tareas campesinas. Con sangre y brío llanero, a muy temprana edad sus padres lo llevaron a San Luis de Palenque, un lugar lejano en Casanare a orillas del Río Pauto, que le sirvió de musa para marcar su estilo como intérprete y compositor. Allí, aprendió no solo a conocer las labores del campesino llanero, sino los caballos -su gran pasión-, y el llano como su instrumento musical.

Indudablemente, “El Cholo” es uno de los cantautores llaneros más reconocidos a nivel internacional, tanto así que en el año 2008 fue galardonado con el Grammy Latino al mejor álbum de música folclórica, por su producción Caballo. “Fíjate una cosa. Cuando se ganó el Grammy pudo haber sido otro cantante el ganador, simplemente me tocó a mi y es algo que le agradezco a Dios; pero ese galardón es el primero que se gana en nombre del joropo, y siempre lo he dicho, ese reconocimiento no es a nombre del “Cholo” Valderrama, sino del joropo mismo. Espero lleguen muchos más, pero es un reconocimiento no a un álbum y un nombre, sino a un estilo tradicional de hacer música”, comenta.

Orlando tiene un haber profesional bastante profundo. Ha viajado por diferentes países logrando mostrar sus composiciones y el fastuoso universo de la cultura folclórica de los Llanos Orientales en Colombia. Ha participado en proyectos que experimentan con la fusión musical en canciones como "Camino Pedro", a dúo con Fonseca y "Soy Llanero", contenida en el álbum "Mestizajes" de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Igualmente, ha expuesto en su octosílabo, herramienta que utiliza para componer la lírica y la rítmica de sus canciones, su sentido de pertenencia por la tierra y los animales.

Con 23 años de exitosa carrera musical y 21 producciones discográficas, este humilde artista se ha consagrado como el compositor e interprete más reconocido del folclor llanero de nuestro país en el exterior, por lo que prepara para el próximo año una gira internacional.  “Para el año 2014 estaremos en Europa, Estados Unidos, Canadá y México. Estamos organizando todo esto y la meta es seguir mostrando el joropo. Seguir diciéndole a Colombia y al resto del mundo, que nosotros estamos aquí”, afirma.

Primeros Acercamientos Musicales

Entre la alegría y la nostalgia, entre el recuerdo y la emoción, los primeros acercamientos del “Cholo” con la música fueron en una práctica bastante común entre los habitantes de las tierras llaneras: en los bailes o parrandos del vecindario.

En los bailes y parrandos se demuestran las actitudes y potencialidades. No obstante, Orlando un día tomó la decisión de participar en un concurso de copleros en San Martín (Meta), sin saber que de ahí en adelante su futuro cambiaría radicalmente. Siguió participando y ganando concursos y su seudónimo –nombre artístico- empezó a ser reconocido entre los cantantes llaneros a nivel nacional.

Su primera producción discográfica fue grabada en 1978 y logró ser un éxito gracias a su canción “Quitarresuellos #2”. Por suerte, esta canción sigue siendo interpretada por el artista en sus presentaciones y es una de las más aclamadas por el público. Después de ahí, “El Cholo” se convirtió en uno de los artistas más importante en la escena llanera, tanto así que muchos colegas le solicitan su apoyo en la composición de otros temas.

Con ese estilo que lo caracteriza, ha recorrido el mundo como todo un representante del folclor colombiano. Ha viajado a China, Japón, Corea, Hong Kong, Inglaterra, Francia, Alemania y otros países, entre los cuales está Venezuela, en donde fue condecorado por su talento con el premio "Florentino de Oro" Honoris Causa.

En nuestro país, no han faltado los honores que realcen la labor de uno los mejores exponentes del folclor colombiano. Sin embargo, como afirma el artista, “afortunadamente en el Llano, el joropo está siendo muy escuchado y practicado por los jóvenes y ellos están interpretando su joropo con muchísimo orgullo, con sentido de pertenencia y eso es algo destacable, pero siempre es lo más poquito para el folclor y creo que eso no está bien hecho. Se necesita un Joropo al Parque urgente, pues aparte de no haber espacios de apoyo de lo tradicional, de lo que es nuestro: folclor, joropo, música llanera; los rubros invertidos a estas actividades son muy escasos”.

“Sencillamente Llano”

Recientemente el artista lanzó su último disco “Sencillamente Llano”. Un disco que contiene 16 canciones y es el número 21 de su carrera. Posee VideoClip con su canción Josefina Josefina -se encuentra en Youtube- que está tomando bastante fuerza según el artista.  “El público lo ha recibido bastante bien porque como su nombre lo indica, Sencillamente Llano, son canciones fáciles de escuchar y son simplemente canciones llaneras campesinas. Josefina simplemente es un nombre que me gusta mucho y cuadra perfectamente en el octosílabo que utilizamos nosotros para componer la lírica y la rítmica. Cuadraba bastante y quedo así, Josefina Josefina” afirma “El Cholo”.

En este disco, recientemente lanzado al mercado, hay una canción que “El Cholo” le dedica al caballo criollo. “Siempre les había compuesto a caballos que de alguna u otra forma tenían un cruce genético de caballos cuarto de milla, americanos, campeones de coleo, caballos destacados en los Llanos, y decidí componer una canción a un caballo criollo; la canción se llama Mi Caballo y Yo. Esta canción es para ese caballo de raza criolla que poco a poco va desapareciendo por todas estas cosas que suceden en la genética. Creo que esta es la canción que más me produce satisfacción cantarla y es la que más me llega del presente disco”, comenta.

Este disco tiene una particularidad y es que no se va a encontrar en los almacenes, sino por Internet. Es una forma de llegar a todo el mundo y es la única forma de distribución que tienen los músicos independientes o los que no tienen grandes contratos con las grandes disqueras. Es decir, “a las grandes disqueras no les interesa el joropo para nada, entonces la música independiente, esa que se hace con las uñas, con nuestro mismo esfuerzo, se vale de esta importante herramienta comunicativa para dar a conocer y poner el disco en consideración de los pueblos” comenta “El Cholo”.

Las paradojas de la vida demuestran un olvido inminente con lo tradicional: el bambuco, joropo, la música llanera, el folclor y otras manifestaciones culturales propias de nuestro pueblo colombiano, están desapareciendo. Sin embargo, “esta es una música supremamente agradecida y es una música que prácticamente todas las semanas está ahí. No se organiza como tour, sino por presentaciones. Estamos en gira permanente. De hecho, mis recuerdos afortunadamente son bonitos. Poder decir que fui uno de los que empezó con la música llanera, y ahora a estos años, que parecen muchos pero para mí son pocos, en esta lucha folclórica, poder decir que el joropo es reconocido internacionalmente, es una gran satisfacción y es lo más bello que está pasando”, puntualiza Orlando “El cholo” Valderrama.