martes, 2 de abril de 2013

A propósito de la Feria del Libro de Bogotá

Leer Más, El Reto

Se avecina la vigésimo sexta edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, de nuevo con una programación distinguida, en la que traerá por primera vez a un premio Nobel de literatura, a Portugal como país invitado de honor y las obras editoriales de los escritores, poetas e ilustradores más importantes en la actualidad.

El evento editorial y cultural más importante del país, La Feria Internacional del Libro, una cita que se volvió costumbre desde 1987 en la Capital, tendrá en esta oportunidad más de 1000 actos culturales, entre los que están lanzamientos, representaciones, congresos, charlas, diarios -entre otras actividades-, que prácticamente cualquier persona, amante de la lectura y la ilustración, podrá disfrutar solamente con entrar en contacto con el recinto ferial. Evidentemente, un escenario totalmente enfocado a la cultura, con una programación académica para todos los gustos e intereses.

Para la FILBO 2013, los más de 415.000 visitantes de diferentes lugares del mundo, podrán en más de 54.000 metros cuadrados de exhibición complacer sus pasiones y entretenerse con una programación cultural envidiable, que contará con más de 500 expositores que mostrarán las últimas novedades editoriales de los distintos géneros literarios en cerca de 120.000 títulos. Todo esto congregado en el Centro Internacional de Negocios y Exposiciones, Corferias.

Empero, ¿qué tanto leemos los colombianos? ¿Cómo incentivar a las edades tempranas para que lean más? Para nadie es duda que la lectura aviva la creatividad, la imaginación e inteligencia. Esta práctica es un acto cultural sin igual de ilustración sin límites. Sin embargo, también está rodeado de incertidumbre. ¿La preocupación? El colombiano anualmente le está dedicando menos tiempo a este acto, “escasamente lee dos libros por año” afirma Juan David Correa, coordinador cultural de la Cámara Colombiana del Libro.

La producción editorial en el país es un sector en transformación. No obstante, la metamorfosis del libro físico al digital no va a ser sencilla. “Además del dolor de cabeza, de tener amenazas importantes como la piratería del libro físico y el desconcierto entre la libertad de acceso a Internet –que no lo es todo- o la cantidad de contenidos protegidos en la red, hay problemas más graves” afirma Enrique González Villa, presidente de CamLibro.

Según González, en Colombia la industria editorial en los últimos años, se ha mantenido, por lo que el número de títulos editados y cifras de ventas han permanecido más o menos constantes. Entonces, ¿cuál es la real amenaza? “La real amenaza contra el libro es la falta de lectores. Sólo los índices per cápita en el mundo demuestran la realidad de la situación: en la cúspide de adquisición está Noruega, con US$215 por habitante, Alemania con US$156, Suiza US$132 y Estados Unidos US$130 per cápita. En los países hispanoparlantes: España con US$82, Brasil US$17 y Colombia, en los últimos lugares con 7 dólares per cápita”, comenta.

Es cierto que en Noruega las personas pueden leer de 15 a 20 libros por año. Claramente es una taza alta. Pero ¿cuánta es la población de Noruega? No obstante, proporcionalmente estamos muy mal en lectura, muy mal en comprensión de lectura y eso lo demuestran las recientes pruebas del ICFES. “Esos resultados o falta de resultados obedecen a que en la casa no hayan libros y que las familias no frecuenten las bibliotecas, pero también a esa concepción falsa de que el libro es un objeto de lujo y caro, cuando no lo es” comenta Correa. Es decir, hay libros que en precio se comparan con botellas de whisky, pero también hay libros más baratos que una libra de arroz. La idea de que los libros son caros, tenemos que vedarla de nuestra mente porque no lo son. Hay libros hoy en el mercado desde $8.000, libros legales, hasta lo que usted quiera. Pero los libros se consiguen de todos los precios y todos los estilos, es más, hay bibliotecas públicas dónde se los prestan para llevárselos a casa. Entonces ¿cuál es la excusa para no leer?

¿Qué Hacer para Avivar la Lectura?
Los colombianos leemos muy poco, de eso no hay duda. Pero eso no se debe a que no haya espacios de difusión de la lectura, pues hay bibliotecas públicas en la mayoría de los municipios del País. Porque hay megabibliotecas en las grandes ciudades, porque hay campañas de promoción de lectura, porque hay ferias del libro, hay editoriales, escritores y medios de comunicación. Indudablemente, obedece también a un problema fundamental que se da al interior de la familia.

En ese orden de ideas, la lectura se le ha relegado como una responsabilidad escolar y las familias desde que nacen los niños no les inculcan, ni les ponen a su servicio libros, “es decir cuando el niño crece rodeado de libros o por lo menos va a una biblioteca cuando -no tiene dinero para tenerlos en su casa- es un niño que va a estar preparado para llegar a la escuela y de alguna manera reaccionar bien ante un objeto extraño como es el libro. Si un niño nunca ha tenido contacto y a los 4 años lo relacionan con un texto para empezar a leer, pues es un niño que no está preparado para descifrar esos signos tan raros como lo son las letras”, afirma Correa.

Ante este alud, hay un tema de fondo en donde cada uno de nosotros como habitantes de este país, tendríamos que empezar a reflexionar dónde nace de verdad la responsabilidad de la lectura, que resumidas cuentas, considero le cae en gran compromiso a la familia. “Con un papá que no lee, es imposible creer que el hijo lea. Un escritor que no lee, es imposible que lo haga bien. Lo que creo es que los hábitos se traspasan de uno a otro, los buenos hábitos son capaces de transmitirse y transformarse. Y el ejemplo es un niño viendo leer a su madre o padre. Seguramente si los ve en esta acción de sentido, se acercará a los libros posteriormente. ¿Leer qué? Leer de todo, libros, prensa, folletos, revistas lo que se quiera. No solamente filosofía, poesía y/o literatura,” puntualiza Correa.

En pocas palabras, un niño que puede tener contacto con esos elementos desde muy temprano, que los pueda ver, coger, oler y disfrutar, será para él sin duda una fortaleza a posteriori. Será un niño que estará más apto para darle buen uso a esos elementos y otros más, que le permitirán estar mejor preparado para la vida y el entorno. Pero, un niño que no tiene ese contacto quizá se vuelva un desconocido. Es decir, no es necesaria una biblioteca en la casa, solo ir a una que ya existe, hay muchas en el país, especialmente en Bogotá.

Primero Pasos del Camino

La obligatoriedad de la lectura en los colegios es una de las contras que tiene el ejercicio de la lectura. El asunto de que al estudiante lo obliguen a leer una cosa en el colegio que no es para su edad, o que todos los niños lean el mismo libro, como si el mismo libro fuera para todos los niños, pues es un contrasentido. Si algo tiene la Lectura, es que es un ejercicio de la libertad. De hecho, “creo que si hubiera más apoyo –privado o público- para poner servicios de bibliotecas en aulas o bibliotecas escolares abiertas en donde los niños pudieran escoger esos libros, la cosa sería mucho más efectiva que obligándolos a leer, por ejemplo: el Mio Cid a los 12 años o El Quijote y Cien Años de Soledad a los 14 años” dice Correa. 

Por otro lado, más allá de las cifras que de alguna manera alertan tanto y que sirven para  medir una cosa estadística de que si leemos uno o dos libros al año, que de dos no pasamos, “y no vamos a pasar hasta que tomemos conciencia de que el asunto de la lectura comienza en casa, tiene un trabajo en el colegio, igualmente en la universidad. Pero, el fomento de la lectura, supera a mi modo de ver las cifras y es una cuestión de cada persona. Si el afán es saber cuánto lee un colombiano al año, podría decir que es equivalente a uno o dos libros y eso no es tan importante como empezar a propender para crear espacios que permitan la lectura” explica el coordinador cultural de la CamLibro.

Según Correa, un estudio en el Reino Unido, que se hizo más o menos hace 12 años, comprobó a través de un programa piloto  que entregarle una biblioteca a niños de barrios populares en Inglaterra -una biblioteca básica-, resultó demostrando que la lectura no solamente les había servido para tener habilidades en la escritura y en el arte de descifrar los textos sino que además les había servido para tener habilidades impresionantes en matemáticas. Es decir, la lectura activa otras partes del cerebro, que no son solamente las instrumentales, afirma.

Ventajas a la Hora de Leer
Un lector no nace, se hace. En nuestro país el analfabetismo funcional es latente y muy grave. Hay mucha gente que sabe leer, pero no entiende lo que lee. Es decir, una mamá y un papá que puede leerle cada noche a su hijo un cuento, una historia, un relato, sin duda estarán preparando a un ser humano con mejores herramientas para la vida.

Claramente leer no es un ejercicio fácil, mucho menos comprender. Pero, cuando uno prepara a un niño para la vida a través de la lectura, será un niño mucho más consciente, incluso del lugar en donde vive, de los problemas que existen, que no son los únicos pues el mal ha existido en todas las culturas y han existido guerras a lo largo la historia de la humanidad. Es decir, Colombia no es el peor ni el mejor país, ni el primero ni el último. En este sentido, la lectura sociológicamente brinda otras cosas que a este país le hacen mucha falta.

Está comprobado que se le debería leer a los niños desde que están en el vientre materno. ¿La Razón? “La prosodia de su voz, es decir la manera cómo usted habla, la música con la que usted habla se va incorporando al ser que va naciendo. Ideal sería que se les pudiera leer, cantar, contar rimas, contar poesía, porque eso los va preparando para construir el lenguaje. En pocas palabras, a partir de los seis meses ellos ya están preparados para descifrar imágenes en los libros y a partir del año ya están preparados para cualquier cosa, hasta para pasar una página, algo que para el psicoanalista colombiano Evelio Cabrejo, es de gran sofisticación cerebral y el ser humano lo puede hacer por la motricidad fina”, comenta Correa. Conclusión: un niño que aprende eso al año, está preparado para cualquier cosa.



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